Se trata de la disciplina más practicada hoy en día. En la mayoría de ocasiones se practica sobre vías cortas (hasta 40 metros normalmente) pero existen también rutas largas (incluso 1000m) de escalada deportiva, donde estaríamos hablando de vía larga equipada.
En la escalada deportiva, los puntos de aseguramiento están instalados previamente desde arriba, haciendo agujeros artificiales en la roca con el taladro o similar. Posteriormente, se sube desde abajo siguiendo la línea de anclajes fijos pero utilizándolos sólo para asegurarnos y no para progresar (es decir, sin colgarnos).
Esta modalidad se caracteriza por su enfoque en la técnica y la habilidad del escalador, lo que la convierte en una excelente opción tanto para principiantes como para escaladores experimentados. La mayoría de las rutas están diseñadas con diferentes grados de dificultad, lo que permite a los escaladores elegir las que mejor se adapten a sus habilidades y experiencia. Además, la escalada deportiva fomenta un ambiente de camaradería, donde los escaladores suelen trabajar en equipo, apoyándose mutuamente y compartiendo consejos para mejorar su técnica.
Otro aspecto destacado de la escalada deportiva es la seguridad. La instalación de anclajes fijos no solo proporciona tranquilidad al escalador, sino que también permite una progresión más fluida, lo que facilita la experiencia. Con el uso de equipos de seguridad adecuados, como arneses y dispositivos de aseguramiento, los escaladores pueden centrarse en la técnica y el disfrute del momento en lugar de preocuparse por la caída.